16/10/11

De Cabras y Tuppersex


Jandri Jax está preocupado por el cariz gris que está tomando ¿Lo Discutimos?, por eso supongo que hace una alegoría a la cabra, para dar un toque más casual al asunto. 

La cabra es elemento fundamental de algunas fiestas (?) populares, en la que es utilizada como elemento arrojadizo por otros animales de dos patas y también da mucho juego algunos domingos perros cuando no tienes otra cosa mejor que hacer que versionar en el Garage Band la tradicional “ la cabra, la cabra, la p… de la cabra” con todo tipo de ritmos. Digno de un estudio sociológico, querido. Por cierto la versión de Toreros Muertos no tiene nada que envidiar a la nuestra…

Vale, pues recojo el guante. En el fondo soy como los tíos. Me retan y entro. Back to basics...

En los últimos días de mi Vie en Gris lo más excitante que he hecho es asistir a una jam session de silicona pura, una private party solo para chicas en la que nos han sido presentados todo tipo de artilugios para practicar sexo, solo o en compañía de otros. 

Fantástico invento el Tuppersex e interesante negocio también, porque vencida la timidez inicial y arropada por la fuerza del Grupo (somos gregarios, está claro) una se viene arriba y se compra




  • un palet de todo tipo de objetos susceptibles de ser introducidos por los distintos orificios corporales, de todos los tamaños y colorines, con ventosa o sin, con vibración o sin, con pilas o sin, con mando a distancia o sin, monofunción o multifunción...
  • varios litros de aceitajos pringajosos que igual sirven para dar un masaje de muerte que para freirte unas croquetas en un momento de apuro.
  • lubricantes comestibles de distintos sabores para varios años (por si viene el Huracán Irene o similar)
  • modelos de inspiración poligonera imposibles de llevar y un kit sado maso al que no le veo utilidad alguna. De momento.

Total que al final echas la cuenta y te has gastado una pasta en juguetes cuando podías haber invertido la misma en un puto, que al menos está vivo y mola más.

Cuenta una buena amiga mía que en sus eternas noches de guardia en un hospital de reconocido prestigio han extraído todo tipo de cuerpos extraños de orificios de entrada y salida. Está claro que hay personas a las que cuando les llega el calentón no pueden esperar la llegada de la silicona china y se echan al cuerpo lo que tienen más a mano. Hay que tener un poco de prudencia chic@s, que luego vienen las explicaciones y consecuentemente la inclusión de uno/a en el top ten de idiotas del centro médico en el que se es atendido.

Parece que el mantenimiento autónomo ya no es un tabú sino la cruda realidad y tenemos think tanks repartidos por el mundo pensando como serán las relaciones de pareja del futuro  e inventando nuevos objetos para dar placer y satisfacción viendo el cariz que toman las cosas… Igual podríamos formar parte del test group, no chicas?

Verdades inmutables: 

El Tuppersex es al mantenimiento autónomo como los Putos al mantenimiento profesional.

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