En realidad no lo discutimos, pero lo profundizamos, profundizamos en la palabra "culpabilidad" del post de Aida.
Guardo en mi Outlook de la oficina unos 15.000 e-mails....¿por qué?. Podría pensarse:
a) Síndrome de Diógenes digital
b) Soy idiota
c) Las anteriores son correctas
Comprometiéndome a discutir sobre la opción b, en realidad guardo los e-mails por una razón defensiva.
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¿Cual es el modus operandi de un español ante un problema? Sin duda, lo primero, buscar al culpable, segundo, compartirlo extraoficialmente con, sobre todo, los superiores y tercero, deslizarse haciendo el moonwalker.
A más nivel de chiringuitismo en una empresa, más e-mails debe uno acumular para protegerse de catástrofes. En España esto es fundamental y, repasando los programas de los más prestigiosos MBAs del país, no encuentro asignatura, seminario o ciclo de conferencias que haga referencia al tema.
Verdades inmutables: Cada vez que se manda un e-mail, uno corre el riesgo de ser despedido.
1 comentario:
Wisy, estás como las maracas de Machín, pero tienes más razón que un santo.
Es sabido que cuando se abre el armario para sacar el fatídico disco duro en el que se guardan los mails de los últimos 17 años (recibidos, enviados, clasificados por empresasa, temáticas, remitentes ... ) es porque se va a liar parda no, lo siguiente.
No, no os tiréis al pisto, hace más de 17 años ninguno de vosotros había oído hablar del email.
Vuelco al disco duro, porque es conveniente tener, además, una copia de la copia de seguridad en casa, o mejor aún en la nube (dropbox, icloud o similares) con la que poder disparar en tiempo real, on-line, contra todo aquel que ose decir eso de "a mi no me enviaste ese mail" o "yo jamás dije eso".
He de decir que cada vez me gusta más la tecnología y cada vez menos las personas (especialmente las que envian mails con soplapolleces y hacen que poco a poco me esté convirtiendo en un puto email manager), eso es así y además no intento hacer nada por evitarlo.
Quizá me este idiotizando, pero a ti, Wisy, te aprecio.
Me ha encantado, congrats.
Jandri Jax
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